sábado, 25 de junio de 2011

:) Cerrando circulos


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes laalegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste ya a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes.¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver.
Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo.
 Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Rercuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.


                                                                 Paulo Coelho

Todo tiene efectos secundarios.



La verdad es que no importa si te has muerto una o dos veces, o ninguna. Siempre estás empezando de nuevo. En el fondo, no hay nada qué hacer: siempre tendrás 18 porque eres joven sólo una vez, pero inmaduro para siempre. No hay instrucciones para cumplir 30, pero si las hubiera serían éstas: has una lista de todo lo que no te gusta de ti y luego tírala. Eres el que eres, y después de todo no es tan malo como te imaginas un domingo de cruda. Tira el equipaje de sobra, el viaje es largo, cargar no te deja mirar hacia delante, y además jode la espalda. No sigas modas: en 10 años te vas a morir de vergüenza de haberte puesto eso de todas maneras. Besa a tantas como puedas, deja que te rompan el corazón, enamórate, date en la madre y vuelve a levantarte. Quizás hay un amor verdadero, quizás no, pero mientras lo encuentras, lo bailado quién te lo quita. Come frutas y verduras, vete acostumbrando a que no vas a poder comer garnachas toda la vida; equivócate, cambia, intenta, falla, reinvéntate. Manda todo al carajo y empieza de nuevo cada vez que sea necesario. De veras, no pasa nada, sobre todo si no haces nada. Prueba otros sabores de helado, otras cervezas, otras pastas de dientes. Arranca el coche un día y no pares hasta que se acabe la gasolina. Empieza un grupo de rock, ¿por qué no? Toma clases de baile, aprende italiano, invéntate otro nombre, usa una bicicleta, perdona, olvida, deja ir, decide quién es imprescindible. Mientras más grande eres más difícil es hacer amigos de verdad y más necesitas quién sepa quién eres sin que tengas que explicárselo: ésos son los amigos, cuídalos y mantenlos cerca. Aprende que no vas a aprender nada, pero no hay examen final en esta escuela, ni calificaciones ni graduación ni reunión de exalumnos, gracias a Dios. ¡Felices 30, viejo! Bienvenido al resto de tu vida.



                     E F E C T O S   S E C U N D A R I O S!

viernes, 24 de junio de 2011

Se fueron los aplausos y algunos recuerdos, y el eco de la gloria duerme en un placar, yo seguiré adelante atravesando miedos (.....)
 V O L V E R   A  E M P E Z A R!